La fisioterapia es una parte fundamental en el proceso de rehabilitación, tanto de lesiones (después de sufrir un accidente o traumatismo) como tras intervenciones quirúrgicas (fisio pre y post-operatoria).

La fisioterapia está recomendada para una gran variedad de tratamientos de rehabilitación.

Tras una operación o una lesión, la articulación o el tejido afectados pierden movilidad y flexibilidad, total o parcialmente. Para recuperarlas, es necesario tener paciencia y avanzar poco a poco en el tratamiento. 

Cuando vemos temporalmente limitada nuestra movilidad, tendemos a forzar la parte afectada de nuestro cuerpo para volver lo antes posible a retomar nuestra vida cotidiana. Con esta actitud, no sólo no nos recuperaremos antes sino que es probable que consigamos empeorar el estado de la articulación o el músculo lesionados, y toda la estructura de tensegridad que es tu organismo.

El primer paso que dará tu fisioterapeuta antes de decidir qué técnicas son las más adecuadas para tratar tu caso concreto es valorar el punto del que partimos (cicatrices, estado del tejido, valoración muscular, rango de movimiento,…). 

Cada lesión, cada intervención y cada persona tienen características diferentes, por lo que es imprescindible un diagnóstico preciso.

La fisioterapia cuenta con un arsenal muy amplio de técnicas. En cualquier sesión solemos usar varios tipos de técnicas a la vez, ya que sirven para diferentes propósitos: liberar cicatrices y otros tejidos, relajar la musculatura, reducir la inflamación, aliviar el dolor, liberar la linfa estancada, activar la circulación de la sangre…